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Un cerro imponente de más de 600 metros de altura y verde profundo se planta desafiante. Desde sus faldas se ve hermoso, en las alturas se divisa una neblina en la cúspide, cual aureola de algodón que compone un paisaje de postal.
El cerro Jaboncillo se ubica en la parroquia Picoazá de Portoviejo, provincia de Manabí. Su nombre muy inocente, lo toma por la gran cantidad de árboles de Jaboncillo, una especie de donde se obtiene detergente.
Además, este sitio destaca por el inmenso valor cultural que se exponen en las colinas, con un asentamiento humano que vivió en este lugar, denominados los Manteños, tribu indígena asentada desde el año 700 D.C hasta la llegada de los españoles.
Actualmente, la zona protegida de más de 3500 hectáreas, con un gran número de montañas impenetrables, ofrece a los turistas y aventureros la oportunidad de conocerlo a través de recorridos por senderos para caminatas y recorridos ciclísticos.
Esta zona posee un importante museo de sitio, en el que se explica sobre la cultura Manteña, que dejó en el lugar restos de su existencia, que es conocido por los viajeros que realizan caminatas que los trasladan al pasado al hábitat y vivencias de los Mantas, por ríos donde realizaban actividades de pesca o en pozos, que abastecían de agua; y que desafiando al tiempo aún están activos y sirviendo a los habitantes de la zona.
Además, en el recorrido se encuentran árboles de cerezas, ovos y varios frutos de bosques secos. Cada metro es una aventura, con el aroma de la naturaleza.
Al llegar a los 400 metros, se arriba a una especie de refugio, donde existen réplicas de chozas de los Mantas, centros ceremoniales e imágenes en tamaño real de los mantas. También se han elaborado elementos que expresan las costumbres de las zona como la caza de culebras, las fiestas de San Pedro y San Pablo y más actividades religiosas.
Pero las aventuras en el cerro no terminan, subiendo cien metros más se ubica el centro ceremonial de la Tribu, que se ha preservado en el mismo sitio desde tiempos antiguos. El lugar está rodeado con tolas originales y de las famosas sillas manteñas, utilizadas por los líderes de ese tiempo. El sitio era estratégico y permitía observar y estar atentos a la llegada de los enemigos.
El viaje no concluye ahí, el cerro puede ser coronado y muchos viajeros se animan a descubrirlo con un poco más de fuerza. En las alturas se observan especies animales silvestres de la zona. El viaje vale la pena, conoce más sobre este sitio que muestra la cultura de Ecuador.
Más informacion: http://www.hojas-jaboncillo.gob.ec/