Descubrí que Cuenca es una ciudad para vivirla

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Cuenca es una de las ciudades más bonitas que tiene Ecuador y el mundo. Pasear por ella te lleva a activar la mente, te llena de energía y emoción.

Los aires coloniales de sus calles adoquinadas, iglesias barrocas y casonas de los XVIII y XIX que cuelgan sobre el Río Tomebamba, atrapan de inmediato a los viajeros, por su contraste y entorno natural muy propio de los Andes ecuatorianos. Y qué decir de su gente simpática y con gran herencia cultural. Todas estas bondades han contribuido para que Cuenca sea la ciudad elegida por muchos extranjeros para quedarse a vivir en ella.

Con tanta referencia bonita de la mundialmente conocida “Atenas del Ecuador”. Encontré algunas joyas, muy bien conservadas, como el famoso Centro Histórico. No hay mejor forma que recorrerlo, y es con caminatas para admirar pequeños rincones con casas patrimoniales, balcones floridos, museos, iglesias, plazas, catedrales vieja y nueva, y tradicionales calles adoquinadas que toman vida con sus habitantes con vestimentas tradicionales y expresiones artísticas de todo tipo.

Además, en el Centro Histórico están los mejores restaurantes temáticos y hoteles boutique de la ciudad. Los propietarios de los establecimientos trabajan con pasión para sus huéspedes, con la carta abierta de un variado menú.

Más allá del patrimonio y cultura, la parroquia Baños es ideal para disfrutar de aguas termales, piscinas, spas y tratamientos con lodo volcánico (color rojo). Un sitio que relaja todos tus sentidos, luego de una larga caminata o recorrido por la ciudad.

Otro sitio de encanto es el famoso Parque Nacional Cajas, que “casi siempre” amanece cubierto de nieve, un espectáculo natural a 4.500 msnm. En el parque ubicado a 20 minutos del centro urbano, puedes visitar más de 230 lagunas, senderos, páramo, avistamiento de aves y fotografiar increíbles paisajes como sacados de un cuento. Las fotos más bonitas se aprecian desde el sector Tres Cruces y Mirador de la Laguna La Toreadora.

A Cuenca se conoce desde sus barrios, sitios de secretos gastronómicos, arte y tradiciones. En Todos Los Santos por ejemplo, se observa todo el proceso de elaboración del pan en hornos de leña; en El Vado a los orfebres, pintores y ceramistas; en San Joaquín la preparación de la gastronomía típica; en Sayausí la riqueza natural y en cada rincón algo inimaginable.

En fechas especiales, Cuenca nunca duerme. En las noches siempre hay algo que hacer. Fuera del casco histórico de la ciudad, existe una gama de centros de entretenimiento listos para recibir a los jóvenes con la mejor música. A esta oferta se suman bares, restaurantes y modernos hoteles enfocados en nuevos mercados como millennials, empresarios de paso, viajeros por negocios, artistas y demás.

Ahora sé porque ¡Cuenca es una Ciudad Para Vivirla! Es completa, tranquila, segura, alegre y sobre todo; un destino para volver una y otra vez, porque siempre tiene algo nuevo para sorprenderte.

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